CAPITULO 1
Una Patria llamada Europa
Una Patria llamada Europa
1.1
Una patria muchos pueblos
Europa
es como todas las grandes naciones del mundo la suma de distintas
etnias sensibilidades, clanes, tribus, familias, naciones, pueblos,
etc.…En definitiva distintas combinaciones de individualidades a su
vez individualizadas entre si. Una suma de sumas .Distintas
tradiciones, lenguas, creencias religiosas, culturas, forman un tapiz
riquísimo en expresión y matices humanos. Pero por encima de todo
el individuo, el ser humano, el ciudadano como eje central de todo.
Ese
canto a lo individual coloca a todas las expresiones de esa
individualidad en igualdad absoluta dentro de nuestra patria europea.
Todas esas expresiones, uniones, estructuras deben ser cuidadas y
respetadas pero siempre teniendo en cuenta que todas deben de
plegarse a la soberanía de dos elementos que deben definir el futuro
en nuestro continente: El Ciudadano y la Patria Común, Europa.
Esta
diversidad no nos debe de acomplejar; al contrario; nada debe de
sernos tan grato como la multiplicidad de facetas que representa el
ciudadano europeo en cada una de sus construcciones.
Todo
aquello que potencia al individuo y lo que le define su
individualidad no solo debe de ser admitido si no que tiene que ser
apoyado y defendido como la misma esencia de ser europeo.
Ello
no es óbice para que Europa se encamine de una vez por todas al
alumbramiento de una Patria común, dotada de poderes, órganos,
leyes, símbolos, y representantes capaces de comunicar al mundo el
deseo inquebrantable de los europeos de presentarse como una unidad
ante el resto de las naciones del mundo.
Debemos
abogar por ello a un futuro en el que cada ciudadano sea un voto sin
importar el origen de su nacimiento ya que todos los que forman
Europa son hijos iguales de una patria común.
Debemos
encaminarnos hacia un futuro en el que los ciudadanos europeos
elijamos libre y directamente a la más alta representación europea
Una
Constitución
Un
Parlamento
Un
Presidente Europeo
1.2
El euroescepticismo
No
es de extrañar que países con culturas y avances democráticos y
ciudadanos consolidados tenga algún tipo de reserva en dar el salto
de integrarse sin reservas en una patria común de los europeos.
Muchos de ellos forman parte de la propia esencia del ser europeo.
No
obstante después de cincuenta años de construcción europea llego
el momento de la disyuntiva. El ser o no ser. Europa no puede verse
frenado en su génesis. El momento del alumbramiento es necesario y
apremiante. Si Europa no da el salto definitivo en estos momentos
nuestros descendientes nos pedirán cuenta por ello.
Es
por ello que a través del eurogrupo, es decir aquellos que ya
compartimos un a moneda, la unidad total debe de ponerse en marcha.
Aquellos
que nos unimos para construir una economía común queremos más. No
solo queremos un mercado común queremos una Patria Común
Los
países que no estén dispuestos a tomar una decisión definitiva no
pueden impedirnos a los demás forjar un futuro en común. El momento
de la diletancia se ha acabado. Si no construimos una Europa fuerte
nos podemos encontrar con que no halla un sitio para una Europa.
Llego
el momento de olvidar pasados imperiales la realidad se impone y de
nada vale mirar hacia aquellos que en el pasado compartieren nuestros
estados, hoy ya no forman parte de ellos.
Es
mas ciertos euroescepticismos o añoranzas nacionales a veces parecen
formar parte de un deseo no se sabe si consciente o inconsciente de
mantener a los europeos divididos y cautivos de una política de
sumisión que Europa ya no puede consentir.
Comportamientos
quintacolumnistas que no hacen sino el lesionar los propios intereses
de dichos países que mal que les pese forman parte de Europa tanto
cultural como geográficamente.
No
obstante Europa se forja desde la voluntad y ningún país europeo
puede exigir actuar en contra de su voluntad. Pero de igual manera
aquellos países que si creen de una forma ardorosa en el futuro de
Europa como patria común tienen el sagrado derecho de avanzar hacia
la unidad.
Dadas
las perspectivas que se abren de futuro para Europa nadie puede
actuar como el perro del hortelano, que ni come ni deja comer.
Tampoco pueden exigirnos que modulemos nuestros mercados y nuestras
preferencias hacia ellos y que por respetar su autonomía hagamos
dejación de nuestros intereses.
1.3
La Militancia europea
Frente
al euroescepticismo se debe de confrontar el orgullo de ser europeo.
Un orgullo que aunque conscientes de los inmensos errores y de la
barbarie que nos acompaño para forjar nuestra historia también
alumbro un camino hacia la libertad y la luz que nos hizo antorcha
del mundo.
Hay
que imbuir en nuestra juventud el respeto por aquellos que desde las
ciencias , el arte , la filosofía , en definitiva del pensamiento
en general forjaron un mundo donde al fin los derechos del ser humano
son el centro de una religión que nos guía hacia el futuro.
Nuestra
huida del pensamiento dogmático, nuestro amor al libre pensamiento,
nuestra aportación en definitiva hacia un mundo más justo y más
libre, debe de contar con la militancia más acerba de este nuevo
ciudadano europeo.
Si
el resto de los países del mundo muestran con orgullo sus símbolos
y sus próceres como no lo vamos a hacer nosotros los europeos de
quienes surgió la civilización más ilustrada que los tiempos han
conocido.
Ese
no debe ser nuestro sueño o nuestro anhelo, si no nuestra meta;
conscientes de que nada nos apartar de alcanzarla.
Queremos
ser ante todo europeos, queremos defender nuestra forma de vida y
estamos orgullosos de estar en este mundo viviendo en Europa. El
espíritu critico, el deseo de mejora, el necesario inconformismo que
forma parte esencial del espíritu europeo no es incompatible con la
autoestima que nos debemos. No podemos afirmar que seamos mejores que
nadie pero desde luego lo que si podemos afirmar sin complejos es que
no somos peores que nadie.
Es
pues deber de todos los ciudadanos de Europa la militancia en el
europeismo porque defender Europa para nosotros es en definitiva
defender un sistema de libertades sociales, políticas e individuales
como nunca se ha visto a través de la historia. Y si bien es tarea
de todos los cuídanos esa militancia orgullosa de Europa lo es aun
de aquellos que forman las vanguardias intelectuales, políticas,
económicas y culturales.
1.3
La necesidad de Europa Unida
¿Por
qué es necesario una Europa unida? La historia del siglo XX y aun
mas la del siglo XXI nos esta demostrando que el mundo se encamina ha
una organización de grandes bloques económicos que cada vez tiene
mas una concreción política y geográfica.
La
complejidad del desarrollo económico y social no permite una
dispersión del mundo en pequeños estados nación. La aparición de
grandes gigantes emergentes : China , India , Brasil , etc.… no
hacen mas que enseñarnos por donde giraran las realidades de los
próximos 100 años. Europa va a codearse con grandes estados con una
fortaleza y una extensión considerable y para mantenernos en un
plano de igualdad con ellos solo nos queda un camino la unión.
La
propia defensa de nuestras singularidades e individualidades no nos
permite otra acción que la de crear una superestructura capaz de
medirnos de igual a igual con esta nueva realidad histórica.
Europa
no puede estar ciega al momento que le toca vivir ni menos mirar
complaciente a su pasado pensando que ello nos inhibe de luchar por
nuestro futuro. La vida nunca ha sido fácil para la historia de los
pueblos y no lo será en un futuro. Los retos a los que nos
enfrentamos no permiten la inacción o la laxitud.
La
cooperación con el resto de los pueblos del mundo debe darse en un
plano de igualdad y hoy por hoy Europa tiene en su contra la
dispersión de centros de toma de decisión, la inoperancia de
nuestra política internacional y la debilidad de nuestra
autodefensa. Esto debe de acabar. Europa no puede ser títere en
manos de otros agentes. Tenemos la capacidad y el poder de ser una
fuerza autónoma en el mundo a todos los niveles.
¿Cómo
si no nos vamos a enfrentar a los grandes retos que se nos plantean?
El calentamiento global, la desaparición de esquemas energéticos,
el acceso a las materia primas no son problemas baladíes a los que
nos podemos enfrentar divididos y desorganizados.
Retos
a los que nos debemos de enfrentar sin dar ni siquiera un paso a tras
en políticas sociales, derechos individuales y conquistas sociales.
El
estado de bienestar que tanto trabajo nos ha costado alcanzar debe de
ser defendido con todo los medios a nuestro alcance. Si estamos
deseosos de que otros países alcancen nuestro nivel de desarrollo
esto no debe de ser a costa de poner en riesgo el nuestro.
Las
conquistas sociales e individuales son un legado para las
generaciones futuras de europeos que debemos de defender con todo el
arrojo necesario. Y ello solo es posible teniendo la fortaleza
necesaria para conseguirlo. Esa fuerza solo la podemos conseguir con
la unión.
Por
ello la unidad europea no solo es deseable y conveniente sino la
piedra angular sin la cual es imposible el futuro de nuestra forma de
vida. Las disquisiciones bizantinas a la que a veces nos sometemos
los europeos respecto a la necesidad de nuestra propia personalidad
pueden acabar como acabaron aquellas que se desarrollaron en
Bizancio.
El
futuro podrá ser mejor pero no seráfico y la libertad solo
sobrevive si se defiende. Los europeos sabemos mucho de liberticidas
como para no ser conscientes de esta aseveración.
1.4
Las relaciones de Europa con el mundo
La
convulsa historia de Europa en los últimos 500 años ha sido la que
a definido el mundo tal y como lo conocemos, la existencia de
imperios coloniales, confrontaciones bélicas, la aparición y ocaso
de ideologías políticas, grandes pensamientos económicos sociales,
ingente numero de teorías descubrimientos científicos, aportaciones
culturales. Estos hechos no solo se han producido en Europa además
muchos tuvieron su desarrollo en el resto del planeta.
Así
todo el movimiento de la ilustración y del enciclopedismo que mas
tarde darían lugar a la revolución francesa dieron sus primeros
resultados en la revolución americana .Que además de ser una guerra
de liberación nacional fue sobre todo una revolución contra el
Antiguo Régimen y la primera revolución burguesa de la historia de
la humanidad.
Lo
mismo ocurrió con la Revolución industrial que aunque por diversos
caminos se comienza a desarrollar en Europa invade el mundo en cien
años produciendo la transformación social cultural y económica
mayor de la historia de la humanidad.
También
las revoluciones comunistas que en un momento de la historia ocupan
la mayor parte de la tierra son hijos legítimos de Europa. En la
comuna de Paris esta el germen que años más tarde prendera la mecha
que hará estallar la revolución rusa y tras ella de otros países:
China, Mongolia, Corea, Vietnam, etc.
El
liberalismo, el mercantilismo, el capitalismo, el marxismo, el nazi
fascismo, el socialismo, el comunismo, la economía social de
mercado, el estado del bienestar son productos europeos se idearon y
en muchos casos saltaron del papel a la esfera política y económica
en Europa.
Y
por ultimo las dos ultimas guerras mundiales, el nacimiento del
fascismo y su caída. La perdida de la mayor parte de las colonias
.La división y protectorado de Europa por parte de la URSS y de los
EEUU nos han mantenido durante los últimos años mas como una
referencia moral que como una zona capaz de influir en la toma de
decisiones mundial.
Una
vez iniciada la unión europea, una vez caído el muro e integrado
países de la Europa del este, una vez creado una zona libre de
transito, una moneda común hoy la mas fuerte divisa del mundo y
redactado una constitución esta claro que Europa tiene entidad
propia y debe de elaborar una nueva forma de relacionarse con el
resto de países del mundo.
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