Capitulo 3 :El Rubicón Europeo


CAPITULO 3
El Rubicón Europeo


Hay momentos en la historia de la humanidad donde es necesario dar ese pequeño paso que en cambio produce un gran salto. Y en es ese el instante en el que se encuentra la Unión Europea.

Después de elaborada una Constitución que no acaba de ponerse en marcha, con muchos de sus estados miembros compartiendo una moneda y por lo tanto un mercado nacional. Cuando mas cerca parecía la meta .De repente existe multitud de elementos que ejercen como fuerzas centrifugas que ponen el riesgo de la desintegración de lo construido.

Por un lado tenemos El Reino Unido: el euroescéptico por excelencia, que une por un lado la defecas de sus peculiaridades y tradiciones, El grado de unión con las otrora colonias del imperio anglosajón y estrechamente unido en los últimos años con EEUU y profundamente influenciado por un neoliberalismo antireglamentista y partidario de un Estado mínimo.

A veces parece que RU quiere comerciar con el resto de Europa pero no quiere formar parte de Europa como nación. Por otro lado el seguidísimo que aplica a todas las políticas americanas, que a veces ponen en peligro políticas y acuerdos europeos hace que muchos europeos vean al Reino Unido como una colonia americana en las costas europeas que un leal compatriota de la nación europea.

Sea como sea el Reino Unido e Irlanda por historia, tradición y geografía son Europa, y cuanto más tiempo tarden en asumir plenamente esto más dolorosa será su integración. No obstante desde un punto de vista económico solo tiene dos opciones o integrarse en el dólar o integrarse en el euro.

De otra tenemos la mayor parte de los países nórdicos que si bien no tienen un euroescepticismo tan marcado como el ingles si juegan desde los límites. Suecia que sigue manteniendo su corona y si bien se integra sin grandes problemas en la estructura europea tiene sus reparos a entrar a formar parte de la supranación europea. Noruega que desde el egoísmo de sus recursos energéticos rehúye de la solidaridad que en el fondo significa Europa. No obstante hay que recordar que fuera hace mucho frío y que lo que a veces parece un paraíso como el islandés de la noche a la mañana puede convertirse en un infierno.

Por el otro lado tenemos los nuevos conversos del capitalismo: los países del este con democracias aun no lo suficiente consolidadas y con un proamericanismo que a veces es fácil presa para los movimientos de desestabilización de mas allá del atlántico. Son países cuyo europeismo es mas un antisoviétismo y un proamericanismo, que el deseo de crear una nación europea. De hecho son países donde un Nacionalismo antieuropeo a veces es la base de la reafirmación nacional.


Con concepciones a veces muy radicales en cuanto a lo económico y con un retorno en algunos casos a un clericalismo que va en contra de la laicidad que Europa exige , un estado que se moverá en medio de distintas religiones , creencias y congregaciones.

El bloque duro de Europa: Alemania, Francia, España, Portugal, Italia, Austria, Holanda y Bélgica aunque con matices y miedos sabe que Europa es un tren en marcha y ya no puede pararse. Los europeos que compartimos el euro no pueden dar marcha atrás al proceso de crear una infraestructura política y jurídica que de techo a una realidad ya existente: El euro ha unido nuestro destino y el bienestar de nuestros hijos dependerá de la fuerza del mismo.
Es por ello que llego el momento de que la vanguardia pase el Rubicón aquellos pueblos cuya voluntad inquebrantable es crear los estados unidos europeos deben dar ya el paso definitivo en esta dirección. Aquellos que no quieran hacerlo pueden quedar al margen e integrarse con posterioridad según se den las circunstancias. Pero los retos a los que nos va a someter la historia durante los próximos 50 años no nos permite flojear en este momento
Varios pueblos Un Sistema

3.1 La economía social de mercado

Europa es una suma de Pueblos eso es evidente y en estos momentos quiere ser un sistema.

Europa se va forjando sobre dos pilares una democracia donde el respeto a las minorías y a los derechos individuales es determinante y unas economía social de mercado es decir donde se permite el libre mercado y la libre competencia pero donde la protección social y los derechos de los colectivos de los mas desfavorecidos es defendida y apoyada, donde una serie de derechos tales como la educación, enseñanza y protección de ancianos niños y desvalidos es un derecho y una obligación social.

En Europa hay una serie de derechos de progreso que son irrenunciables: la libertad de expresión, el derecho de asociación y huelga, las jornadas laborables regladas, los horarios de conciliación con la vida familiar. Una sociedad orientada en definitiva hacia el pleno desarollo del ser humano y la búsqueda de los ideales democráticos libertad, igualdad y fraternidad.

A ello hay que añadir el respeto a la aplicación de leyes tales como protección en el trabajo, legislaciones restrictivas desde un punto de vista arquitectónico y contaminante.

Todos estos costes sociales nos permiten en estos momentos ser la sociedad mas avanzada en cuanto a derechos humanos sobre la faz de la tierra.

Pero todos estos costes sociales son también un lastre para nuestra economía y nuestra industria y en muchos casos nos sitúa en un plano de absoluta desprotección y desventaja frente a economías que no aplican muchos de estos principios.

Ellos significa no solo una competencia imposible de establecer si no que debido a nuestra adopción de todas las medidas que favorezcan un mercado internacional libre de mercancías y capitales una desaparición de tejido industrial y una descapitalización de nuestros países donde fondos de pensiones de nuestros propios trabajadores buscan una rápida rentabilidad en estos “paraísos” laborales y a su vez se da la paradoja que grandes fondos estratégicos de países con restricciones democráticas y en el propio libre mercado aterrizan de nuevo con sus fondos estratégicos en nuestra industria dejándola al albur de políticas económicas de países foráneos.

Ante esta perspectiva solo hay dos opciones:

1) una globalización de mínimos donde se acabe con el estado de bienestar y todas aquellas cargas sociales y legales que nos impiden un plano de igualdad en un mercado sin leyes restrictivas .A saber una economía pura y dura de mercado.

2) o una globalización de máximos donde intentemos a la vez que protegemos nuestro sistema y con el nuestra propia visión del mundo hacerlo extensivo de al resto del mundo. A saber una democracia con una economía social de mercado.

Como podemos realizar esta globalización de máximos que es en definitiva la defensa de nuestro sistema. En definitiva es necesaria una regulación del flujo de mercancías y capitales así como gravar aquellos productos o servicios que realizan un dumping respecto a la competencia sobre la base de no cumplir ninguna de las premisas que permitan un desarrollo sostenible y humano.

Es necesario un arancel social que pueda efectivamente establecer una competencia leal y no sobre la base del incumplimiento de todos los derechos humanos, sociales, laborales etc.

Ese Arancel social debe de ser devuelto a estos países sobre los que se practica en forma de ayuda al desarrollo humano y social. Sanidad, infraestructuras, educación, extensión de derechos laborales y civiles, conservación medioambiental, apoyo de regimenes democráticos etc.

Si bien Europa debe de estar en contra de un proteccionismo antisolidario tampoco puede abrazar un “desproteccionismo” igualmente insolidario tanto para nuestros pueblos como para el resto de los pueblos del mundo.

La ultima crisis nos ha puesto en entredicho no por un fallo de nuestro sistema sino por un seguidísimo cerril de una política anglosajona que iba en contra de la Europa del tratado de Roma es decir una Europa unida regulada y dirigida a un progreso industrial y socio económico y que en los últimos años a desarbolado parte de nuestro sistema en una especie de ley de la selva donde la especulación financiera parecía el paradigma del progreso económico y social.


Parte ello además de varias falacias

Primera el mercado no necesita ni Estado ni regulación. Es precisamente con las economías liberales de mercado cuando aparece el estado moderno tal como hoy lo conocemos y donde aparecen todos los cuerpos legislativos y reguladores modernos.

Segunda la especulación financiera genera riqueza y define el mercado. Como la realidad ha demostrado la especulación financiera no asienta una economía sino que al contrario la desmantela .La producción de servicios y productos es la que genera una actividad económica financiera y no a la inversa.

Tercera la economía no se puede planificar ni dirigir. La historia de nuestros países así como la realidad de muchos países en la actualidad no solo demuestra que esto es falso sino que en los grandes momentos de un salto hacia delante o de crisis es esta planificación y dirección de la economía la que se impone.

Sin grandes planes de infraestructuras, empresas estratégicas, militares o de diverso cariz es impensable el desarrollo en el que hoy se asientan nuestras economías.

Cuarto El neoliberalismo es la recuperación del liberalismo clásico. El liberalismo clásico establecía el desarrollo económico y social sobre la base de individuos libres e iguales que en un entorno sin privilegios establecían unas relaciones económicas que buscaban en mutuo enriquecimiento producto de la producción de bienes y servicios sobre la base de una sociedad libre política, social e informativamente.

Por el contrario el Neoliberalismo asume la libertad del todo vale permitiendo establecer relaciones económicas y sociales entre organismos e individuos al margen de cualquier elemento arbitral que permita la existencia de un plano de igualdad respecto a las reglas del juego. Es pues una vuelta a revisionista hacia el Antiguo Régimen donde las desigualdades que el poder establecía ,ya fuese este poder por derecho de sangre , económico o de cualquiera que fuera su naturaleza, eran la pauta que movía la sociedad.


3.2 La organización del Estado Europeo


Ello no significa una visión “unitarista” del modelo europeo al contrario Europa se caracteriza por la riqueza de pensamientos políticos que bulle en ella. Ello no obsta para que hoy los europeos veamos 2 pilares fundamentales de nuestro modelo de convivencia social: por un lado la libertad individual y por otro la protección social.

Dentro de estas premisas caben planteamientos que van desde concepciones netamente de derechas a planteamientos de la izquierda mas radical. En unos se prima mas unos aspectos por encima de otros pero en todos a priori se defienden las bases comunes que hemos citado.

Así pues estamos hablando de un sistema propio desarrollado tras la segunda guerra mundial y que esta en los orígenes de la propia idea de Europa. En ella el estado actúa como elemento catalizador, inspirador y coordinador. Ello llevo a la creación de un estado que sobre todo por la influencia del sistema soviético genero un estado sobredimensionado que a veces se introducía en el mercado desvirtualizandolo y creando una capa de funcionarios privilegiados y una serie de servicios y empresas publicas ineficaces de gestiones complejas y poco efectivas.

Tampoco es ello el paradigma de lo socialmente aceptable ya que de hecho genero un estado que se autosatisfacía a si mismo y que en vez de ser eficiente en el servicio del ciudadano muy al contrario ponía al ciudadano al servicio de estos grupos que conformaban el estado.

En vez de ponerse todos los recursos del estado al servicio del ciudadano era la propia estructura social que conformaba el estado la que reclamaba el eje central de la atención de la sociedad quedando relegada la función principal de un estado moderno, el servicio de los ciudadanos, a un segundo plano

Como encardinar pues esta necesidad de servicios públicos eficientes con una economía de libre mercado basado en la eficacia de la competencia. Simplemente aplicándola. Por un lado los servicios públicos no tienen por que tener una gestión publica. Segunda en caso de darse una concesión publica esta debe de ceñirse a plazos cortos y siempre sobre la base que es la gestión de recursos lo que se pone en manos de empresas particulares nunca infraestructuras o la posesión misma de los bienes o servicios.

Por otro lado en aquellos servicios que no puedan en su caso delegarse en la gestión de los mismos debe de prevalecer el derecho del ciudadano por encima del derecho del funcionario por ello se debe de ser mas riguroso en la observación de ciertos derechos y deberes laborales que en el propio mercado. Nunca puede ser igual el derecho de huelga de un trabajador de una empresa sometida a las leyes del mercado que el de aquellos que se encuentran bajo la protección del estado. No puede ser igual el derecho de huelga de una empresa que concurre libremente en la competencia que el de aquellas que viven de concesiones administrativas monopolísticas o del estado mismo.

Por otro lado el estado no puede conceder a ciertos ciudadanos protección “ad eternum” y someter a otros a las leyes del mercado. Un funcionario no tendría que tener una plaza en propiedad, muy al contrario el funcionario debería estar sometido a una revalida continua de su puesto.

Por otro lado la doble ventanilla es decir doble cuerpo administrativo por función de manera que por resultados de eficacia de gestión una de las ventanillas se promocione y otra pueda ser reciclada o sustituida por un nuevo personal más eficiente.

Otro elemento en que el estado debe de ser riguroso es en el control de los recursos de protección social. Perseguir la picaresca y el abuso de los mismos debe de ser riguroso ya que no se trata de un delito si no de dos. Primero por aquel ciudadano que esta expoliando a la ciudadanía aprovechándose de una ayuda que no necesita y por otro por que esta robando esos recurso a otros ciudadanos que si lo precisan. La conciencia que estos abusos sociales son los más execrables en un sistema democrático nos debe de hacer firmes en el control.

La democracia Europea ni es seráfica, ni debe de ser movida por la caridad, virtud por otra parte muy encomiable, si no por la justicia social de la que nos queremos dotar. Europa no puede ser benévola y complaciente con este espolio social.






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